Algunas facilidades para la conexión con nuestra mascota

El perro es el fiel reflejo de lo que su amo es. Eso es debido a que permitimos o no las conductas de nuestros compañeros. Muchas veces nos gana la frustración y permitimos lo que no nos gusta, pero siempre hay soluciones para todos los problemas; simplemente, no debe superarnos la situación y comenzar a darle un comportamiento a nuestro amigo…

Al ingresar al hogar a un nuevo miembro de la familia desde cachorro, debemos comprender que la responsabilidad de tener a un perro es por largos años y proyectarse que uno debe ocuparse de tal hasta el final. Lamentablemente hay mucha gente que los abandona debido a que el perro no se acostumbra a las normas del humano, siendo incompatibles. El hecho de no poder con un perro por sus conductas, parten por la inconsistencia de uno en sus órdenes y por la baja tolerancia que uno tiene.

El humano y el perro son muy diferentes, siendo que el perro no puede asimilar la misma o gran mayoría de las cosas que el humano si puede. Siendo comportamientos, alimentos, formas natas de la naturaleza, sentidos, entre otros.

Los nutrientes que necesitan los perros son muy diferentes a los que nosotros podemos ingerir, eso es debido a la anatomía de su cuerpo y la tolerancia-constancia que uno le dé para alimentarlos. Por ejemplo, sí nosotros estamos acostumbrados a alimentarnos con ciertos nutrientes y de la noche a la mañana cambiamos nuestra manera de desayunar, es muy problema que nuestro cuerpo comience a tener problemas, debido a que le modificamos la constancia que siempre ha tenido. Darle al perro alimentos de humanos no es el problema, sino cómo se los damos y cuáles ellos pueden asimilar. Tenemos que ser conscientes que ellos, como manada, cazan a su presa y se la comen. El humano procesa muchísimos alimentos, los cocina, los elabora, los limpia y demás.

En cuanto a los comportamientos caninos éstos dependen mucho de la genética del perro, de la crianza, de su entorno y de los tres primeros meses de nacimiento. Hay que tener un estimado que los perros de raza tienen ciertas características que destacan por su raza de entre tantas, fomentando esas características; por eso es que los perros se dividen en molosos, sabuesos, retrivers, entre otros. Algo severamente importante es que ellos no comprenden de espacio, ni de tiempo, ni de ética, ni de moral. Hay un estimado porcentaje donde se dice que la genética y raza es del 20% y el 80% es lo que le enseñemos; sí nos profundizamos en esas estadísticas aproximadas, podemos mentalizarnos que los perros son el reflejo de lo que nosotros queremos ser.

La educación incorrecta que le damos a nuestros compañeros es debida a que no conocemos debidamente de un perro antes de que sea parte de nuestra familia, y ahí cometemos el gran error por falta de información. Antes de adoptar a un perro, debemos comprender muchísimas cosas y luego elegir quien más convenga en nuestra vida, nuestro espacio, nuestros tiempos y demás.

La comunicación es fundamental, y no la verbal, ya que no comprenden nuestras charlas. Ellos comprenden por nuestros olores, porque los condicionamos a ciertas palabras con ciertas acciones, por el estrés de nuestra voz, por nuestra mirada, por nuestros movimientos. Una orden, por ejemplo, no debe tener ninguna contradicción. Sí yo quiero que mi perro se siente, debo ser autoritario con mi tono de voz, decirlo una sola vez y no repetirlo, tener una postura que brinde seguridad, una mirada fija que intimide, tener un olor que le indique que eso es lo que queremos; de poder coordinar la gran mayoría de estas acciones, podremos lograr nuestro objetivo. Pero, sí por ejemplo, sí le digo a mi perro “¿cruzamos?”, haciendo un gesto con la mano de negación, con una mirada al cielo, con un estado emocional de tristeza (por lo que nuestro olor es diferente); el perro está teniendo tanta información que es contradictoria que no hará lo que queremos. Los perros pueden diferenciar algunas caras como felicidad, enojo, sorpresa, miedo y tristeza.

Darle un trabajo a nuestro perro es la mejor manera de aprendizaje. Nosotros debemos cumplir con nuestras actividades, ya sean trabajar, estudiar, hacer deporte u otras actividades. Mientras las hacemos, nuestro perro se queda encerrado en el hogar y ¡vaya que eso provoca muchísima frustración! Por eso, generarle un trabajo para cada día, hará que nuestro perro sea más fácil de entrenar. Que tenga un paseador de perros, que tenga algún tipo de actividad o deporte, como agility o disc dog, que tenga sesiones de adiestramiento, entre otros. Esto fomenta que nuestra mascota tenga un propósito para levantarse todos los días y harán de nuestro compañero, un ser mucho más estable.

Por algunas de estas formas, es que es necesario que se lo nutra debidamente, tenga su lugar en condiciones, tenga buena salud, tenga un propósito para cada día; así poder lograr una mejor convivencia y respetarse mutuamente.

Autor: Luis Melano
Canninatas

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